Entre enero de 1641 y 1652 el territorio catalán dejó de pertenecer a la corona española para estar bajo la autoridad del rey francés, en un primer momento Luis XIII y, tras su fallecimiento, Luis XIV. Durante esos años, los reyes franceses acuñaron moneda como condes de Barcelona.
La soberanía francesa sobre Cataluña fue provocada por sublevación contra Felipe IV y el Conde Duque de Olivares, que recibe el nombre de Guerra dels Segadors.
En el anverso de la moneda de la imagen, rodeando al busto de Luis XIV se indica LVD XIIII D G R F ET CO B, abreviatura de Ludovicus XIIII Dei Gratia Rex Francorum et Comes Barcinonae, es decir, Luis XIV por la Gracia de Dios, Rey de Francia y Conde de Barcelona
La moneda es un seiseno de vellón de 1646, de 3,28 gramos de peso y 22 mm de diámetro. Las monedas que se acuñaron en Barcelona bajo Luis XIII y Luis XIV fueron reales, sous (sueldos) dos sueldos eran un real de plata, y el seiseno o seisé , que equivalía a 1/4 de real de plata.
Felipe IV también acuñó moneda en Barcelona a su nombre los primeros años de la Guerra del Segadors y con posterioridad a la recuperación de Barcelona en 1652.
La Guerra dels Segadors tuvo lugar en 1640 en pleno enfrentamiento entre la monarquía española (Hasburgo o Austrias) y la francesa (Borbones):
- Por un lado el valido de Felipe IV, el Conde Duque de Olivares intentó imponer la Unión de Armas, mediante la cual todos los «Reinos, Estados y Señoríos» de la Monarquía Hispánica debían sufragar los gastos del ejercito, que hasta entonces corría prácticamente a cargo de la Corona de Castilla. Tanto Cataluña como Portugal se negaron a aceptar el pago que les indicaba el Conde Duque, que en el caso de Cataluña era aportar 6.000 hombres y mantener a 40.000 soldados que estaban en Cataluña para atacar a Francia por los Pirineos. Se produjeron los primeros roces entre los soldados y los campesinos (segadors) que culminar con el asesinato del Virrey Santa Coloma
- El cardenal Richelieu aprovechó el descontento de las autoridades catalanas con Felipe IV, para debilitar la corona española de los Austrias (Hasburgo) y firmó el Pacto de Cerler, mediante el cual Cataluña recibiría apoyo militar del ejercito francés, se separaría de la Monarquía Hispánica y quedaba bajo la protección de Luis XIII. La Junta de Brazos (Junta de Braços, unas especie de Cortes Catalanas reducidas y sin presencia del rey) aceptaron la propuesta de Pau Claris de nombrar a Luis XIII (Borbón) como Conde de Barcelona y una semana después las tropas francesas derrotaron al ejercito de Felipe IV en Montjuic.
El paso del tiempo hizo que el descontento de los campesinos y burguesia catalanas con Luis XIII y su sucesor Luis XIV fuese en aumento,debido al nombramiento de un virrey francés y al coste de mantener tropas francesas en territorio catalán. Finalmente en 1651 las tropas de Felipe IV , comandadas por su hijo extramatrimonial Juan Jose de Austria, empieza a asediar la ciudad de Barcelona, que cae en 1652 de nuevo a manos de la monarquía hispana. Barcelona reconoce a Felipe IV como rey y esté firma obediencia a las leyes catalanas y nombra virrey a Juan José de Austria.
Las escaramuzas contra los franceses continuaron hasta la firma del Tratado de los Pirineos de 1659, dando por finalizada la Guerra de los 30 años entre Francia y España, y entregando a Francia la parte de Cataluña que quedaba al norte de los Pirineos.
Paradójicamente Luis XIV, que había sido Conde de Barcelona, no cumplió el pacto de respetar la idiosincracia de la parte catalana que estaba al norte de los Pirineos y llegando a prohibir el catalán en el año 1700 en el edicto de “Interdiction officielle de la langue catalane”.
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