En 1897 se acuñaron las últimas monedas españolas en Filipinas (ya que las Islas pasaron a control estadounidense en 1898). La Reina Regente María Cristina, madre de Alfonso XIII, firmó el decreto para acuñar moneda de plata por valor UN PESO, equivalente a las monedas 5 pesetas que circulaban en España. Las monedas se acuñaron en la casa de la moneda de Madrid
Filipinas fue un territorio español desde que Magallanes llegó allí en 1521 y tomara posesión de las tierras en nombre de Felipe II (de ahí el nombre de Filipinas) y hasta la firma del Tratado de París en 1898, tras las derrotas españolas en la guerra de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. En el artículo 3 se indica:
«España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las islas Filipinas» «Los Estados Unidos pagarán a España la suma de 20 millones de dollars ($20.000.000) dentro de los tres meses después del canje de ratificaciones del presente Tratado»
Paralelamente, también en 1898, se creó la Primera República Filipina que no fue reconocida por los Estados Unidos, dando comienzo a la guerra de Filipinas contra los Estados Unidos, para, finalmente, con la derrota de los filipinos en 1902, pasar a control estadounidense.
En el aspecto monetario, históricamente la moneda que circulaba en Filipinas era la moneda de 8 Reales acuñada en México y que era enviada allí mediante el Galeón de Manila. La independencia de los territorios de América hizo que se suspendiese la llegada de moneda española a Filipinas, aunque llegaba moneda acuñada por los nuevos Estados.
En 1857 Isabel II autorizó la apertura de la casa de moneda en Manila, que se inauguró en 1861, emitiendo monedas de oro y plata a nombre de Isabel II, tanto en su reinado como durante el Sexenio Revolucionario, cuando se acuñaron monedas hasta 1877 con el busto de la reina depuesta en 1868…
Posteriormente entre 1877 y 1885 se acuñaron monedas a nombre de Alfonso XII en Madrid para que circulasen en Filipinas y entre 1885 y 1890 a nombre del nuevo rey Alfonso XIII.
Como la casa moneda de Filipinas no acuñó moneda desde 1877, en 1889 el Gobierno español ordenó su cierre, aunque debido a la escasez de moneda, fue reabierta en 1893 para acuñar monedas de plata de 20 y 10 centavos de peso y moneda de cobre: «Las nuevas piezas de cobre de 1 y 2 Centavos de Peso, equivaldrán, como las de plata de 10 y 20 Centavos, a la que circulan en la Península rindiendo esa diferencia a las piezas de 50 Centavos de Peso, consiguiente a la siguiente unidad. Más todas estas monedas fraccionarias tendrán curso legal tan solo en los territorios que dependen del Gobierno general de Filipinas«
Y así llegamos a abril de 1897 cuando la Reina Regente Maria Cristina, madre de Alfonso XIII, firmó el decreto para acuñar moneda de plata por valor UN PESO, equivalente a las 5 pesetas que circulaban en ESPAÑA.
La moneda es de 25 gramos de plata, con una ley del 0.900, (90% es plata, es decir, 22,5 gramos), con idénticas características que las monedas de 5 pesetas de Alfonso XIII.
En el anverso de la moneda aparece el retrato de Alfonso XIII, con rizos, rodeado de la leyenda ALFONSO XIII POR LA GRACIA DE DIOS REY CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Como se puede observar aparecen hasta seis abreviaturas. Es importante remarcar que los rizos en esta moneda son ligeramente menos pronunciados que en la moneda de 5 pesetas que circulaba por España, ya que tenía que entrar en una sola cara toda la leyenda que en las 5 pesetas se repartían entre anverso y reverso.
A diferencia de las monedas que circulaban en España, en las estrellas que están al lado de la fecha de emisión, no aparece el año de acuñación, sino únicamente las estrellas de 5 puntas, que representaba a las monedas que se hacían para «Ultramar».
En el reverso, sigue apareciendo el escudo constitucional de España, aprobado en la Constitución de 1876, con la representación de los cinco reinos históricos; en la parte superior ISLAS FILIPINAS y en la parte inferior el valor de la moneda UN PESO.
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