Tras la guerra de la Independencia contra los franceses y el abandono de España de José I Bonaparte, Fernando VII eliminó a su vuelta en 1813 todas las reformas liberales, declarando ilegales a las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, dando lugar al llamado «Sexenio Absolutista»entre 1814 y 1820.
Sin embargo, se fueron sucediendo los pronunciamientos liberales, hasta que en enero 1820 tropas que debían embarcar hacia América se sublevaron en Sevilla comandadas por Rafael del Riego, para apoyar la Constitución de Cádiz y reclamando el fin del absolutismo. Este pronunciamiento fue apoyado en marzo de 1820 por los destacamentos de Galicia y finalmente el 10 de marzo Fernando VII acata la Constitución con la frase «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional«.
Aunque durante el Trienio se suprimió la Inquisición y se pusieron en marcha medidas contrarias al absolutismo, Fernando VII no estaba nada convencido y luchaba por recabar apoyos para retornar a la monarquía absoluta, que finalmente logró en abril de 1823 con el apoyo de la invasión de los 100.000 hijos de San Luis.
En el aspecto numismático el trienio liberal supone la introducción de numerosos cambios, propios de la evolución de una monarquía absolutista de origen divido a una monarquía constitucional. El decreto del 1 de mayo de 1821 indicó los cambios en el diseño de las monedas:
- El busto del rey aparece humanizado, sin coronas ni laureles. En el ámbito numismático se conoce este retrato como «tipo cabezón«.
- El numeral deja de ser romano, VII, y pasa a ser en cifras arábigas: 7º
- La legitimación del poder real es doble, por un lado, divina, al mantenerse «por la gracia de Dios», y, por otro, la constitucional, por haber jurado la Constitución de Cádiz.
- Las inscripciones están en castellano: FERNANDO 7º POR LA GRACIA DE DIOS Y LA CONSTITUCIÓN y en el reverso «REY DE LAS ESPAÑAS»
- Se deja el sistema de Reales de a 8 y se usa el sistema implantado por José I Bonaparte, basado en el real de vellón. Así esta moneda tiene un valor de 20 reales de vellón, que es el equivalente a los 8 reales.
En el reverso, figura el escudo resumido, con las armas de Castilla, León y Granada, más las flores de lis de los Borbones y las Columnas de Hércules.
Hay que destacar que se unifican los diseños de emisiones en la península y en «Ultramar»de forma que esta moneda de 1823 es la primera en el que en el reverso figuran las Columnas de Hércules. Es cierto que de forma progresiva las emisiones monetarias en América a nombre de monarcas españoles son cada vez menores, debido a los procesos de independencia que tienen lugar desde la invasión y posterior guerra contra los franceses en 1808.
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